martes, 20 de enero de 2009

La selva te marca!

Y lo digo literalmente porque me han picado más mosquitos en 5 días que en toda mi vida junta.

Cuando tras contarme las picaduras del dorso de la mano izquierda llegué a más de 120... ya dejé de contar y me abandoné a los elementos. Al final la paz interior me llegó e intenté pensar en otra cosa porque me estaba volviendo loca. Tenia todo marcado, las piernas, las manos, el cuello, la cara, el culo... solo se me salvó la cintura y espalda porque ahí llevaba varias capas y los mosquitos tantas capas no las atravesaban, jeje Y sí, me puse repelente y estuve todo el rato con manga larga y pantalón largo pero no sirvió de nada. Mi sangre debe de ser la leche para estos mosquitos y zancudos. Que vivan las europeas, jajaja

Pero a pesar de los mosquitos, la experiencia de 5 días que hemos vivido en Nueva Bentania, una comunidad shipibo 4 horas en bote río abajo por el Río Ucayali, ha estado genial. Algo que nunca olvidare, sin duda alguna. Me ha marcado.
Tras pasar un par de días en Pucallpa averiguando sobre la selva y sus habitantes contactamos a través de Andrea (la CS que nos acogió y que se portó tan bien con nosotras que nunca olvidaré) con Pedro, un shamán de la zona.
Nos contó en que consistiría la estadía y tras pensarlo un poco... nos convenció ;)
Y que gran elección!! :D
Han sido 5 días en una casita sin paredes rodeadas de la familia de Pedro (cocinando en la foto). Todos se han portado genial. Sus hermanos, sobrinos, hijos... todos. Gran gente la shipibo.
Había demasiados mosquitos para internarnos bien en la selva alta pero aun así lo visto no ha defraudado. Ha sido espectacular el no tener ni luz, ni agua corriente, ni baño, el ducharte a cubos con agua cogida del río, el comer lo pescado, el tener gallinas, gallos y cerdos ahí libres correteando, acostarse muy pronto y levantarse con la luz de la mañana a las 07.00 o así, los días interminales de lluvia como solo llueve en la la selva en esta época, usar botas de goma... todo muy auténtico.
Las casas de la gente variaban. Algunas con paredes y otras sin, pero en lo básico todas iguales. Pero toda la gente en la comunidad muy amable. No éramos extranjeras invadiendo su espacio... sino q la gente te hablaba y explicaba, todos muy atentos.
Un mar de sensaciones por el día, pero también estaban las noches y algunas de ellas hemos probado Ayahuasca con Pedro y otros shamanes de la familia. La ayahuasca es la planta madre la selva. Una liana que hierven durante horas y horas, muelen y mezclan con chacruna y que da poderes curativos a los shamanes. Es un rito ancestral. La gente iba a que les curaran con sus ikaros (canciones en shipibo) mientras ellos están en trance.
Es algo que te abre la mente y el cuerpo como a otro nivel. Te conecta con la naturaleza de una manera extraordinaria. Te sientes alineada con las energías que te rodean, y mira que hay energías.
Es algo difícil de explicar y que así suena muy raro, pero algo que ha sido toda una experiencia y que estoy muy feliz de poder haber experimentado. Algo que me ha dejado pensando y creo que seguirá haciéndolo durante mucho tiempo, quizás siempre.

Que cosas lindas que me llevo del Perú!

Ya más de mes y medio por aquí y creo que tendré que alargar mi visa porque solo me quedan 2 semanas más y bastantes cosas por ver.
Y ahora en Lima de vuelta, de vuelta esta vez tras SOLO 20 horas en bus (6 menos, que en la ida, menos mal!) porque la ruta desde Pucallpa a Tarapoto era peligrosa. Y de aquí a Trujillo esta misma tarde... ya sola, porque Josefina va directa a Mancora., más al norte.

Y retomo el viaje en soledad despues de más de mes y medio viajando acompañada... que raro se me va a hacer. Que me deparará el viaje en ciudad extraña... espero que todo como hasta ahora. ;)

domingo, 11 de enero de 2009

En Pucallpa, la selvaaaa

Uff, como pasa el tiempo... otra vez, jeje
Yo que pensé que había actualizado algo después de Navidad... pero al parecer no :S

Y es que claro, estar viajando con Ana y Josefina lo cosa es un no parar.
Ahora ya no sigue la trilogía junta porque Ana decidió irse desde Lima a la playa directa. Jose y yo aun estamos viajando juntas y aquí estamos las dos, en la selva Peruana. Genial!

Siguiendo con mis andanzas por tierras extrañas tengo que mencionar que después de Paracas y sus maravillosas islas acabamos yendo a la playa como era el plan. Y el sitio elegido para pasar nuestros últimos días del año y los primeros del siguiente fue (de hecho no sabemos porque pero acabamos ahí ;)... San Bartolo!! (otra cosa no, pero puestas de sol de las más espectaculares que he visto hasta ahora, de ahi las fotos)
Digo lo de que no sabemos porque dado que no había otros turistas en toda la ciudad o al menos nosotros creo que no vimos ninguno... si espera, creo que oí a unas chicas hablar en ingles un día... pero no sabría asegurarlo, jeje Digo esto porque todo el mundo nos preguntaba que pintamos allí unas extranjeras. Que porque habíamos ido a parar allí... y mira, así somos nosotras, con decisiones arriesgadas, jajaja
La nochevieja en cuestión no estuvo mal, nos reímos muuucho, pero tampoco nada espectacular pues consistía o en pasarla en una disco a precio prohibitivo (esto es universal según hemos comprobado) o en algún bar de música cansina (léase cumbia, salsa, merengue y sus derivados). Así que la opción C fue la escogida. Callejear por la ciudad con una melancía(*) en la mano hasta que ya nos venció el cansancio.
Pero nos desquitamos de la energía reprimida porque a los 2 días (sábado) nos movimos a otra playa, Punta Hermosa y ahí si que salimos a bailar lo que nos echaron hasta el amanecer y más allá. Vamos, que no empezó mal el año después de todo... para ser el primer año que me sorprende de la manera que lo hizo porque después de cenar habíamos ido al hostal un momento a preparar la bebida y mi reloj resultó que estaba atrasado 20 minutos nada más y nada menos, así que fue llegar el hostal y oír... 5 4 3 2 1... y justo miro el móvil y digo "anda, feliz año nuevo chicas" :O Mejor manera de entrar imposible, que para lo cuadriculadita que soy yo, es una forma de lo más inesperada, pero me gustó y mucho. Este promete ser un año de sorpresas, seguro.

De Puntas Hermosa ya sí, rumbo a la temida Lima. Y digo temida porque todo el mundo nos la había puesto tan tan peligrosa que le teníamos autentico pánico a la ciudad!!
Y mira, nada que ver, ha ido todo súper bien allí. La única pega ha sido la separación de Ana pero por otro lado me reencontré de casualidad con un chico que había conocido en Cusco, y me hizo bastante ilusión, y también la guinda fue que el penúltimo día conocimos a un chico encantador, Nelson, que nos ayudó con unos tramites que teníamos que hacer y nos acompañó al barrio chungo donde pude comprar mi cámara de fotos. Ya estoy camarizada otra vez!! A ver si esta vez me dura mas que la otra :S
También conocimos a algunos taxistas muy majos, y un tipo que hasta nos pagó un taxi por la calle... increíble. Sin duda alguna nos nos hemos venido hacia Pucallpa con un muy buen sabor de boca de la gran Lima. Quien lo iba a decir!!
Y aquí estamos ahora, en la selva. En casa de una chica de CS divina. Aun no sabemos cuanto estaremos por aquí ni donde iremos desde aquí... a ver como se porta la ciudad y sus posibilidades.

Espero que estéis donde estéis y hayais hecho lo que hayais hecho hayais tenido una entrada de año genial.

(*) Melancía: Una bebida que Jose conocía que se trata de abrirle una tapa a un melón dulce y raspar un poco de la pulpa y rellenar con vino blanco y azúcar. Segun se bebe, y se come algo del melon, se va rellanado sucesivamente con azúcar y vino hasta que se acaba el brick. Y se puede empezar otro si se quiere ;)