sábado, 26 de diciembre de 2009

De EE.UU a México a pasar la Navidad.

Pensé que no llegaría a pasar el último mes de VISA por EE.UU pero me equivoqué. La península de la Florida y el sur del país me retuvieron más de lo esperado.
Y es que Miami es una ciudad que te hace sentir como en casa. Con tantos latinos y cubanos que pareciera que ni estabas en yanquilandia!!

Pero como no solo de ciudades vive el hombre disfruté de Halloween, visité el parque nacional Everglades para ver algún cocodrilo que otro (foto), fui a un partido de futbol americano (foto), a la Noche en Blanco (si, yo lo flipé cuando me di cuenta de que era lo mismo que hacemos en Madrid) y bajé hasta el punto más sur de EEUU, Key West.

Key West es el último cayo de un cinturón de islas conectadas por carretera con la Florida. La carretera (foto)que las une dicen que es una de las más bonitas del país, y lo cierto es que no me decepcionó Solo una carretera con agua azul cielo a los lados… sweet!

En Key West también hice CS y lo pasé genial, haciendo snorkel y disfrutando de playas y clima caribeño a tope. Qué buena vida la de la mini islita, sí señor. Está llena de extranjeros de todos lados que una vez que llegan ya nunca se van :O

Pero bueno, aunque lo de estar a 30 grados me mantenía pegada al suelo como con superglue, había que seguir camino y esta vez en avión, que venía mejor en todos los sentidos, que el mismísimo bus.

Y así llegue a la famosa New Orleans. Tierra con dejes franceses y para mi sorpresa, españoles. De hecho todas las calles tenían antes nombre español y se venía las placas que aún conservaban de la “conquista”! (foto)

El CS que me acogió en New Orleans, Daniel, fue algo fuera de lo normal. Alguien tan tranquilo y diferente a lo que había encontrado hasta ahora que me hizo bajar el ritmo, y tener largas conversaciones… tanto que al final me quede 8 días. Recorrí la ciudad hasta el límite, sus calles con aire europeo (foto), probé la mejor carne ahumada de mi vida, visité una reserva natural de manglares cercana, disfruté de la afamada noche nueva orleana llena de música en vivo y gente por las calles a todas horas y hasta fui a un partido de basket de la NBA. Y vaya partidazo! Lo vimos casi en primera fila. Y es que si había ido a un partido de béisbol, hockey y futbol americano no podía faltar el único que realmente sabía que iba a disfrutar… y entender!

Y la suerte de que alguien nos vendiera a la puerta unos tickets de 130 dólares por solo 12$ lo hizo aun más especial ;)

De ahí llegué a Austin, mi última parada prevista, y así visitar a otro CS, pero esta vez uno que había conocido en Madrid el año pasado, Gustavo.
Austin es una ciudad de Texas con mucha escena musical y se notó en el buenísimo concierto de jazz & blues y mezcla un poco de todo al que asistimos ese finde.

Ahí también conocí otros CSfers que me llevaron a navegar en velero (foto), recorrer los alrededores, visitar el barrio de artistas y pintores, bailar salsa… vamos, que hicieron de Austin todo lo que tenía en mente y más.

Y así llego lo que pensé que era mi partida del país hacia México… pero qué equivocada estaba, porque recibí una invitación de última hora para volver a Key West y así pasar la semana de acción de gracias en buena compañía y con la tradicional y más famosa comilona yanqui, a 30 grados en una isla paradisiaca… lo pensé medio minuto y dije sí. Y así pasé los últimos 8 días de estancia en el país de la mejor manera que cabría esperar.

Visitando a gente que se sentían como viejos amigos, aprendiendo deportes nuevos (pickle ball y paddle board), tomando mi primera (y única por el momento) clase de salsa en línea, haciendo sauna-yoga, meditando… una semana que se sentía como vacaciones de verdad, jajaja.

Al hacer memoria de lo que han sido estos últimos 4 meses entre Canadá y EEUU me hace ver la calidad humana de la gente que hay por acá. Diferentes en tantas cosas pero con ganas de saber que hay más allá de su país. Te hacen sentir especial y querido. Y pensar que aun me queda la otra costa me hace sonreír de oreja a oreja.

Pero para eso aun queda y mucho. Primero volveré a cambiar el ingles por el español y el orden por el caos latino de México y Cuba. Y la comida rápida por las tortillas y frijoles, siiii. Que ganas madre mía!

Espero que sigáis ahí recorriendo conmigo. Que se os echa de menos después de tantos meses… pero esto es algo que aun no se ha acabado.