martes, 27 de octubre de 2009

Experiencias sureñas

Dejé DC y a Teresa, me crucé Virgina y llegué a Asheville, NC, para así ver a Philip otra vez.
El cruzar este estado entero me mandó directa al sur. Literalmente.
Se acabó lo de autotransportarme… o sea, caminar, ahora se necesita un coche en todas las ciudades.
Pero el estar en El Sur se trata también de muchas cosas más que vengo experimentando.
Ciudades distintas, gente distinta, creencias distintas… culturas distintas.
Me habían hablado genial de Asheville y sus parques nacionales, y tenía la excusa perfecta de tener un buen amigo, así que… ;)
Y no pudo ser mejor.
Y como de experimentar el sur se trataba, eso es lo que vengo haciendo estas última tres semanas.
Asheville se trató de mucha música en vivo, buena cerveza en buena compañía y los increíbles paisajes del parque nacional Smoky Mountains. En el que estaban cambiando las hojas de color. Todo un espectáculo! (foto)
Y también se trató de visitar un Walmart (como nuestros Carrefour, pero con mucha más polémica a sus espaldas); una tienda de Goodwill ( donaciones a caridad, con una sección de 1 dólar la libra. Me compré el vestido playero por 0´20$); una ¨gun & phawn store¨ (tienda de armas y empeños). Había muchas por todas partes y es que en “el sur” es lo hay. En realidad venden armas en muchos sitios no solo en tiendas especializadas. De hecho hasta en el Walmart había una sección entera (foto).
Así pasé 5 días geniales con Philip y su novia Leslie, y puse rumbo a Charlotte a visitar a otra personita que me apetecía mucho: Lauren Scharf.
Lauren había estado viviendo en Madrid hacia no mucho y se convirtió en una buena amiga y como Charlotte estaba de camino no podía dejar de pasar a verla.
Estuve 3 días en Charlotte porque no hay mucho para hacer en esa ciudad. No es el típico destino turístico para nada. Es una ciudad de unos 700.000 habitantes en las que si no tienes coche… mal vas. Sus amigos y hermana me tuvieron entretenida dando vueltas en coche para que viera las grandiosas casas que hay en la ciudad (todas en plan Moraleja, pero de las caras, claro, jeje)
Conocí a toda su familia (me invitaron a una cena familiar el primer día) y bastantes amigos. Todos gente increíble, abierta e interesante. La última noche me llevaron a cenar a un sitio de tapas españolas y lo cierto es que me sentó de maravilla el lomo, el queso curadito, la paella y las croquetas que nos zampamos ;)
Vamos que aunque se pasó lloviendo los 3 días, el reencuentro mereció mucho la pena. Se me pasó volando y aun la echo de menos :(
Y de ahí al siguiente destino, esta vez playero y de los turísticos, Charleston, en un nuevo estado para mí, Carolina del Sur. Ciudad donde las casas sureñas se ven en su maxima expresión. Casas grandes, arrogantes, con porches al más estilo lo que viento se llevó (foto)
Ahí me tocó hacer CS porque no conocía a nadie y como siempre, fue genial.
Coincidí ese finde con otras 2 chicas de CS en la misma casa y lo pasamos bomba. David, nuestro anfitrión, nos llevo a Sullivan Island para ver la marea baja, a un partido de hockey, a bailar salsa (wow, como lo echaba de menos!) y nos hizo un mini tour de la ciudad con historias de fantasmas incluidas. También fui a ver lo que fue antiguamente una plantación de arroz de la época (f0to) de los esclavos. Ahora no son mas que esplendidos jardines, pero te da una idea de como debió ser en su momento... y madre mía!
De ahí fui a Savannah, otra pequeña ciudad costera recomendada por mucha gente. Y no se equivocaban. Es una ciudad en la que una se puede mover sin coche (menos mal!), con muuucha historia (tanto que Robert Redford estaba grabando una peli sobre Lincoln justo ahí en esos días) y plazas acogedoras. Ciudad en la que también hice CS.
Esta vez escogí a unos un poco distintos. Se trabaja de una comunidad espiritual llamada las Doce Tribus de Israel. Una gente que vive feliz en su propio mundo (no trabajan para nadie que no sean ellos, ni mandan a sus hijos al cole. Los educan en casa. Sin TV ni radio… ) en el que no tienen que preocuparse de nada más que los unos de los otros. Son gente sencilla que estaba dispuesta a compartir su comida, historias y su idea de la vida conmigo. Unas 30 personas viviendo en 3 casa enormes y que se reúnen 2 veces por día para orar y compartir ideas. Estuve presente en 2 de las reuniones y lo cierto es que aunque hay cosas que no me cuadran ni por asomo, por otro lado da que pensar... y sí, me dio que pensar.
Fueron 2 noches y 2 días muy espirituales pero sin nadie con quien pasear por el día asi que decidí pasar mi tercera noche en casa de una pareja de CS más al uso. Michael y Aron. Que a paesar del poco tiempo fueron de gran compañía, muy divertidos y llenos de historias interesantes.
En esas últimas 3 semanas el tiempo no había acompañado mucho así que me moría por poner rumbo al sur, a Florida, de una vez por todas… pero me quedaba alguien más en la lista de visitas. Así que de Savannah fui a Phenix city, Alabama. Una ciudad sin turismo alguno pero que me llamaba la atención a parte de por visitar a Adam, porque quería estar en una ciudad pequeña y ver que ambiente se respiraba. Y fueron 4 días muy interesantes en los que conocí a gente excepcional, otra vez!
Y también tuve mi experiencia sureña, esta vez en forma de disparo al plato.
Eso sí que me resultó raro. No me sentía nada cómoda con un rifle en las manos. Pero oye, es algo taaan común que no podía decir que no. Y me sorprendió mucho cuando le acerté al dichoso disco. Quien lo iba a decir. Desde luego yo no, y Josh y Adam mucho menos, jajaja
Pero sí , ya por fin deje atrás el invierno o al menos me he escapado suficientemente al sur.
Estoy en Miami visitando a Patricia, amiga Uruguaya.

Si hay lago que me esta gustando sobre manera de este país en su gente. Es un país muy religioso y a veces eso me choca un poco. Además tanta variedad de iglesias… me desconcierta. Que si Baptistas, Evangelistas, Cristianos, Católicos, Episcopalianos… que jaleo. Y se cambian de una a otra sin mucha dificultad…. muy raro.

Y aquí llevo 3 días bajando a la playa a diario, con sus aguas azul turquesa (foto) y a más de 30 grados. Un paraíso, vamos. Y como las tradiciones americanas no se acaban nunca, este finde es una de las buenas: Halloween. Esta tarde iremos a ver que podemos comprar para apañarnos un disfraz de algún tipo. Yo creo que iré de vaca ;)
Y bueno, ya no me queda mucho tiempo antes de cruzar a México pero seguro que aun me quedan muchas experiencias que vivir en este graaaan país.
Que espero las sigais compartiéndo conmigo :D

1 comentario:

Los Gallegos dijo...

Ay! las tapas. Espero que fueran buenas tapas, que Héctor y yo en Santiago de Chile entramos en un "restaurante de tapeo español", y pedimos una cerveza tras ver las tapas que servían en las mesas de alrededor...

Hace un mes que escribiste, pero es que he estado de vacaciones!!! Ya sabes.

En cuanto a lo del cambio de religión, recuerda que es un negocio, y nunca le vas a decir que no a un nuevo cliente...

Bueno, espero con ansias tu nueva crónica, que será desde Mexico, y ya me cuentas qué tal por New Orleans.

Besito y sigue buscando el sol. Al sur, al sur!!!